El concepto de LATAM PCI nació en 2018 de la mano de AMRACI, ABSPk y ANRACI Colombia y con el apoyo de Bruce LaRue y Russ Flaming a través de la International Fire Suppression Alliance (IFSA), quienes auspiciaron la participación de autoridades con jurisdicción de América Latina para asistir a la Expo Fire Protection International Congress, realizada en la Ciudad de México, organizado por AMRACI/CONAPCI, allí se dieron las primeras conversaciones acerca de las ventajas de colaborar en conjunto en beneficio de la seguridad de la región.
A partir de ese momento iniciaron reuniones virtuales para encontrar puntos de acuerdo reuniéndose de manera presencial en 2019 en el marco de la Expo NFPA en San Antonio, Texas, donde se coincidimos con la idea de la importancia de pensar la manera global en la región y de romper con todos los paradigmas para comenzar a escribir una nueva historia.
Reunidos en la ciudad de México se decidió contar con una junta directiva y comenzar a construir los estatutos y seguir trabajando. En 2020 y 2021 se celebraron reuniones ejecutivas y se realizaron conferencias telefónicas mensuales con actores clave involucrados con la seguridad contra incendios de los siguientes países: México, República Dominicana, Costa Rica, Panamá, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Honduras, Uruguay y Chile.
Debido a la pandemia por COVID-19, en los años 2020 y 2021, se sostuvieron reuniones de manera virtual con la participación de organizaciones de México, Brasil y Colombia, promoviendo y compartiendo experiencias sobre el futuro de nuestra industria, realzando la importancia de contar con normas de seguridad contra incendios, códigos de construcción y contra incendios, normas técnicas y dando capacitación a los profesionales de protección contra incendios ante más de 12 mil asistentes en tres eventos, demostrando la gran convocatoria e influencia que se puede lograr en colaboración.
Tras varios años de reuniones y arduo trabajo, en 2022 se presenta oficialmente la Red Latinoamericana de Protección Contra Incendio (LATAM PCI), como una iniciativa cuya función principal es unificar al sector y cambiar la forma de percibir la protección contra incendios por parte de la autoridad, usuarios y la sociedad en general.
Esta iniciativa reúne a las siguientes organizaciones involucradas en la protección contra incendio en América Latina:
1. ARGENTINA
a. Cámara Argentina de Protección Contra Incendio (CEMERA)
2. BRASIL
a. Asociación Brasileña de Rociadores Automáticos (ABSpk)
b. Associação Brasileira de Proteção Passiva (ABPP)
c. Instituto Sprinkler Brasil (ISB)
3. CHILE
a. Asociación Nacional de Protección Contra Incendios (ANAPCI)
4. COLOMBIA
a. Asociación Nacional de Rociadores Automáticos Contra Incendio de Colombia (ANRACI)
5. COSTA RICA
a. Universidad de Costa Rica (UCR)
6. ECUADOR
a. Colegio de Ingenieros Mecánicos de Pichincha (CIMEPI)
7. GUATEMALA
a. Estación Central de Bomberos Municipales de Guatemala
8. MÉXICO
a. Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI)
b. Consejo Nacional de Protección Contra Incendio (CONAPCI)
c. Universidad México Americana del Norte, A.C (UMAN)
9. PANAMÁ
a. Asociación Panameña de Protección Contra Incendio (APPCI)
10. PARAGUAY
a. Cámara Paraguaya de Seguridad Industrial y Afines (CAPASI)
b. Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP)
11. PERÚ
a. Sociedad Nacional de Protección Contra Incendios (SNPCI)
12. REPÚBLICA DOMINICANA
a. Asociación Dominicana de Empresas de Protección Contra Incendios (ADEPCI)
ESTADOS UNIDOS
a. International Fire Suppression Alliance (IFSA)
Dicha cooperación regional, se apuntala, al contar con el apoyo de organizaciones como la International Fire Suppression Alliance (IFSA), Society Fire Protection Engineers (SFPE), American Fire Alarm Association (AFAA), American Fire Sprinkler Association (AFSA), Canadian Fire Alarm Association (CFAA), FireStop Contractor International Association (NFCA), FM Global, VDS y UL.
La red busca generar estrategias a través de compartir experiencias de éxito entre las distintas organizaciones, que permitan sentar las bases para generar argumentos y estadísticas que ofrezcan a las distintas autoridades un análisis de los impactos que ocasiona el hecho de no contar con una regulación en la materia; promover la educación a los usuarios, acerca de las bondades que tiene el contar con un sistema de protección bien diseñado, instalado y mantenido para garantizar la seguridad de sus empleados y la continuidad de sus negocios, a través de la contratación de personas y empresas certificados como especialistas; así como promover la actualización profesional continua, entre otras acciones.